jueves, 16 de octubre de 2014

Thirty seconds to mars: El ego de Jared Leto

Esta crítica fue publicada ayer por el "crítico" Felipe Rodríguez en el blog del diario "EL MERCURIO".

Saquen sus propias conclusiones, no soy ninguna profesional ni nada pero...el algo exagerado...


Thirty seconds to mars: El ego de Jared Leto


En apenas veintitrés minutos, todo se fue al carajo. Si Jared Leto y sus amigos querían que los tomaran en serio, su planificación resultó defectuosa. Más de cuarenta globos gigantes volaron frente al escenario mientras interpretaban "This is war" y la audiencia, compuesta en su mayoría por adolescentes, dejó de admirar al músico y actor y se dispuso a jugar con las bolas, como si nada más importara.

A bandas como Thirty Seconds to Mars es difícil tomarlas en serio. Efectivamente, Leto podrá enorgullecerse de haber alcanzado un récord Guinness por brindar 311 conciertos entre 2011 y 2012 o tener fanáticos capaces de desembolsar más de 350 mil pesos por compartir con él un par de palabras en la previa o después de los conciertos, pero musicalmente su espectáculo es blando, vacío, incapaz de conseguir una mueca de satisfacción.

Lo sucedido anoche en el Movistar Arena ante unos 5.000 jóvenes embobados con su aspecto carilindo fue, por lejos, de lo más deficiente de esta temporada en el país. Leto, émbolo y nervio del show, apareció con lentes oscuros, cintillo, una túnica blanca y unos pantalones largos de boxeador. Como si fuera Jesucristo, repartió bendiciones y se dedicó a correr en el escenario y a azuzar al público para mover las manos. En esta kermesse escolar, sus dotes al micrófono son mínimos: su voz estampa un par de aullidos en medio de un pop rock insulso, deslavado, incapaz de lograr adhesión en un fan promedio de la música y plagado de coros con "ooohhh" y "eeeehhh" en cada una de sus canciones que, a su vez, se parecen demasiado unas a otras.

Minimizados ante el ego gigantesco de su líder y ganador de un Oscar, sus compañeros actúan como comparsas. Solo Shannon Leto, hermano de la estrella de la noche, alcanza cierta notoriedad con una rítmica que apela más a la espectacularidad que a la calidad, mientras que el guitarrista, Tomo Milicevic, permanece recluido, inadvertido ante la pompa del actor. Muy poco para una banda que, con integrantes con más de 40 años, huele demasiado a espíritu adolescente.





MARSLOVE :D

2 comentarios:

  1. Emmm el show es para el q le gusta y todo lo q hacen lo de las pelotas y el circo de el como jesus lo realizan por q saben q a sus seguidores LES GUSTA!
    el show es para los fans no pueden hacer q les guste a todo el mundo porq es imposible!
    Asi q que este felipe se valla a criticar a su mama jjajaaja

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