10:52
a.m. Suena el despertador por quinta vez, Mildred se pregunta porque no puede
levantarse temprano todos los días. Las casi 11 a.m. demuestran que ya es un
poco tarde para hacer las cosas de las madrugadas.
Se
levanta, rasca su cabeza y, como no encuentra una zapato; decide caminar descalza. Llega al baño y se
mira en el espejo, nota una pequeña marca roja en su cuello.
Decide
lavarse la cara, piensa que por seguir algo dormida ve
cosas que no debería de ver. La marca sigue ahí. Una especie de símbolo extraño.
Podría decirse que es un circulo con dos pequeños círculos a cada lado… Marte.
Pero
¿cómo es que obtuvo esa marca ahí? Se sienta en el retrete y pone en marcha su
cerebro. No recuerda haberse hecho un tatuaje el día anterior, ni tampoco
recuerda haberse pegado con algo, o haber conocido a un chavo que le dejara esa
marca en el cuello.
Indaga
un poco más y recuerda un sueño, una clase de sueño algo real. Sacude la
cabeza, -“Debo estar loca, fue un sueño. Un sueño no puede volverse realidad y
menos dejarte huellas… ¿O será acaso que no fue un sueño?”-
Recuerdo
un pasillo largo y blanco, podría pensar que me encontraba en un hospital. La
ropa que tenia no era la ropa casual que uso. Se podr[ia decir una clase de
túnica o traje oriental.
Habian
varias habitaciones y cada una de ellas estaba cerrada. Lo sabia porque
intentaba abrir cada puerta pero tenían seguro. Al final del pasillo había otra
puerta, como una salida de emergencia.
Escuche
ruidos, gritos, estaba en alguna clase de recinto, estaba en algún concierto.
Mi impulso por saber donde estaba me hizo intentar abrir esa puerta, justo en
ese momento escuche que alguien salía al otro lado del pasillo. Me dio miedo saber quienes eran por lo que
volvi a intentar abir la puerta y lo logr[e.
Tenia
miedo, no se porque razón, pero decidi cerrar la puerta con seguro, quizá asi
no entrarían las personas que venían. Gire mi cabeza para saber donde estaba.
Estaba en China.
Se me
hizo algo ilógico que estuviera en China, asi que decidi regresar al pasillo.
La puerta ya no estaba ahí. Respire profundo y decidi calmarme. Primero tenia
que saber en que parte de China me encontraba.
Mire a
mi alrededor, estoy dentro de los palacios de gobierno chino, si me acerco a
uno y explico mi situación, tal vez me puedan ayudar y me lleven a alguna
embajada.
Cuando
me dirijia hacia la puerta principal del palacio me percate que estaban en
alguna clase de junta. Todos hablaban chino, es lo obvio, por lo que no
entendia. Pero al fondo del palacio estaba un ni;o, supongo que era el
emperador. Un joven emperador, serio y al parecer estaba organizando algo.
A sus
lados se encontraban dos ayudantes, y al parecer hablaban con los invitados.
Los invitados… E-esperen, los invitados. ¿¡Que carajos hace ThirtySecondstoMars
ahí!? Lo gracioso es que son cuatro y no tres.
Decidi
no espiar m[as y mejor salir del palacio lo antes posible. Nada de esto tiene
que ver conmigo. Justo cuando decidi marcharme, alguien me tapo la boca. Me
dijo que no gritara.
Me
llevo a un cuarto donde se encontraban armamentos y todo tipo de objetos para
los soldados. La persona que me tapo la boca era una mujer, tenia la cara
completamente blanca y cabello largo y negro. Me indico que me pusiera un traje
de guerrero. Le dije que no venia a luchar. Ella solamente me miraba, y
señalaba el traje.
Decidi
ponérmelo, sabia que estaba mal pero la mirada de esa mujer me daba mas miedo
que tener que luchar. Me entrego una espada y un mapa. Dijo algo en chino, lo
cual se me hizo raro porque le entendí. “Tienes que salir viva de aquí, no
puedes perder. Cuando acabe la pelea , huye. Sigue las indicaciones del mapa y
te guiaran a tu hogar.”
No
quería pelear, pero si solo asi podría salir tendría que intentarlo.
Era la
hora de la batalla, eramos 8, cada uno portaba una mascara. Bueno, si llegaba a
matar a alguien, no sabría a quien, de todos modos no los conozco.
Uno a
uno fue cayendo, quedamos cinco, yo ya no podía seguir, no mas . Uno de ellos
me tumbo, pero me miro y no me hizo mas daño. Los cuatro se apuntaron a cada
uno con la espada y se quitaron la mascara. Eran ellos, Jared, Shannon, Tomo y
Matt. Jared volteo a verme y me ayudo a levantarme. Me sonrio y mis impulsos me
hicieron darle el mapa.
Me
dijo que lo siguiera. Llegamos a una puerta trasera y justo cuando la abri,
desperté en mi cama. El despertador marcaba las 10:52 a.m. y la marca en mi
cuello es una muestra que lo que soñe, no fue un sueño, fue una realidad.
11:00
a.m. enciendo la tele. FromYesterday suena en el canal de música…
Fromyesterday,
iscoming, fromyesterday , thefear…
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